viernes, octubre 31, 2008

PARA MÍ MISMA, CON OTOÑO...

Alguien sabe si alguna vez existió un hombre llamado Juan Bautista Humet ? ( o en su grafía catalana, que no la sé ).
En emisoras de canciones mayoritariamente en español, hay veces que logro escuchar una canción que- tantos años después- me hace llorar.
Ahora la he oido también a una chica que no conozco, y ni se parece a aquella preciosidad de Humet.
Seguramente soy un bicho muy raro, pero " Clara " me pone los pelos de punta.
Me gustan letra y música. Es una de mis canciones fetiche y no sé explicar muy bien porqué.
Es una poesía de la tristeza.
Es un poema de la desgracia.
Es un perfume fétido pero atractivo.
Letal mundo el que describe.
Es increíble que muchas veces, cuando la he escuchado, he creido ser yo, si la vida no me hubiera tratado con cierta dulzura, la misma Clara.
Clara, distinta Clara, extraña entre su gente, mirada ausente.
Clara a la deriva, no tuvo suerte al elegir la puerta de salida.
Clara, abandonada en brazos de otra soledad, esperando hacer amigos por la nieve al abrigo de otra lucidez.
Descubriendo mundos donde nunca llueve, escapando una y otra vez
achicando penas para navegar, estrellas negras vieron por sus venas y nadie quiso preguntar.
Clara se vio atrapada, abandonó el trabajo, se vino abajo.
Clara languidecía perdida en un camino de ansiedades y ambrosías.
Clara no dijo nada y un día desapareció.
Recorriendo aceras dicen que la vieron, ajustando el paso a los demás
intentando cualquier cosa por dinero
para hincarse fuego una vez más.
Esa madrugada Clara naufragó
tenía el mar del miedo en su mirada
las ropas empapadas
y el suelo por almohada.
Y lentamente amaneció...
Otras veces pienso, a menudo en mis peores días, en mi hija perdida antes de nacer.
Ella, yo, hubiéramos podido ser Clara ?
A estas horas hay much@s jóvenes intentando cualquier cosa por dinero
para hincarse fuego
una vez más.
Tal vez la última !

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