Al ser un autor de mi gusto no me costó recoger en la Biblioteca esta obra. Se la leyó mi madre y la dejé apartartada mientras acababa otras cosas. Un día le pregunté si merecía la pena y me dijo que era entretenida.
Me metí en faena y, aunque no se parece en nada a ninguna de sus otras obras, me ha dejado buen sabor ( y no a vino, precisamente, que no me gusta ).
Es una novela sencilla en apariencia, bien estructurada, con un vocabulario que se hace algo técnico cuando habla de vides pero nada pesado ni complicado.
Hay muchos trasfondos a pesar de la supuesta sencillez.
En mi opinión consigue de forma muy sutil introducir al lector en una trama que por campesina no deja de tener interés.
La figura central es Josep Alvarez. Es el retrato de un hombre bueno, paciente y de una sabiduría natural propia de mucha gente de campo.
La he leído de un tirón y no me ha decepcionado, por el contrario. El autor tiene en su contra todo el resto de sus obras, mucho más complicadas, pero esta novela es un respiro para el ánimo, una especie de alegoría de la vida desde la óptica de gente sencilla pero con secretos y pesares y algunas alegrías que no son desbordantes. Creo que refleja muy bien la época ( carlistas, Prim, etc ), el modo de vida lleno de dificultades, el valor de la lucha sea la que sea, la recompensa, el modo de ser de los catalanes, el inicio de la industrialización, el amor al terruño con su correspondiente regreso al hogar...
Toca incluso un caso de homosexualidad entre un vecino y el cura. Pero el autor, toque lo que toque, lo hace de forma finísima. Siempre he pensado que el uso y abuso de tacos, escenas de sexo o escatológicas nada aportan a una buena obra ( y sé también que muchos sólo leen lo contrario ).
No se necesitan muchas palabras para apuntar una dirección. Hay que saber leer entre líneas y esa libertad de interpretar está abierta en La bodega.
Dice el autor que es un homenaje a nuestro país y puede ser. Se ha centrado en Cataluña y ha conseguido reflejar el ambiente del siglo XIX en la zona.
Se deja leer con gusto. No empalaga. Sigue un ritmo muy lineal con algunos sobresaltos, pero todo muy medido.
Tal como yo necesitaba en este justo momento de mi vida !!!
Estupendo, Sr. Gordon . Continúo opinando que el talento no se puede esconder y logra brillar con luz propia allí donde se encuentre.
Y este autor es ya un clásico. Es mi opinión.
Qué lo anterior es mejor ? Sin duda. Pero esta obra es una especie de " entre obras ", un descanso buscado, creo yo. Un sedante. Algo muy placentero para leer en silencio y sin penas.
Gracias x leerme. Y besitos
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