sábado, septiembre 27, 2008

PORTUGAL, MON AMOUR AUSSI !

Y bien, después de mi experiencia en el balneario de Arnedillo, quedé tan contenta que, a falta de unas vacaciones de un mes como otros veranos, sólo tenía, por diversos avatares, doce días libres. Y estábamos a 22 de septiembre...¿ Dónde ir ? No lo dudé mucho: siempre Portugal a mano, siempre algo que descubrir.
Empecé mi viaje por una casa rural en la Tuda ( Zamora ), de la que ya hablaré en otra ocasión. Seguí por Los Arribes del Duero ( otra vez os contaré, Miranda de Douro, etc ).
Bajé a Lisboa ( otra aventura, una casa maravillosa a un precio irrisorio ), pero hoy quería contaros lo que disfruté en el Algarve, que recorrí por completo en cinco maravillosos días.

La autopista desde Lisboa te acorta el viaje un montón y " estrené " el puente Vasco da Gama, todavía no lo había cruzado nunca antes.
Teníamos reservado un apartamento en Albufeira, baratísimo, 20 euros noche ( y podían dormir cuatro personas !!! ), pues no queríamos nada lujoso y además estaba fuera del circuito más ruidoso de esa ciudad, aunque todo queda cerca, en mi opinión.
Al-buhera ( del árabe ), albufera en castellano, simplemente, es una ciudad algarvía al 100%. Blanco sobre blanco y el azul del cielo. Su artesanía ( compré de todo en Casa Virgilio, en Porches ) me encanta. Deciros que me contó la señora que todo lo fabrican en Leiria y Alcobaça, pues los artesanos autóctonos o han muerto o son muy viejos. Y además les han pagado tanto por sus tierras yermas para construir, que son ricos !!
Menos mal que, aunque fuera, continúan fabricando con el estilo típico, morisco, sencillo y bellísimo.
Y de precios, hay dónde elegir.

En Albufeira, como en otros muchos lugares del Algarve también hay mucha vida nocturna, pero yo de eso paso olímpicamente.
En los apartamentos había una recepción, dos piscinas al aire libre, preciosas, y una cubierta, además de un jacuzzi. Las vistas desde la terraza, espectaculares. El tiempo, delicioso. Y todo lo demás como siempre, ingleses alcoholizados y desinhibidos ( por poco tiempo, luego en casa cierran la espita ! ), y turistas de otras variadas procedencias incluyendo miles de españoles.

La comida me gusta a rabiar y me di homenajes para recordar, pero tal vez eso mejor en Lisboa. De todos modos íbamos muy veraniegos, de modo que comíamos mucho en chiringuitos y las cenas eran más formales y lujosas.
Por primera vez en mucho tiempo mi hombre madrugaba para aprovechar el día y así recorrimos el Algarve desde Albufeira para el Oeste y desde Albufeira hasta Ayamonte ( Este ).

Qué bonito está el Algarve !!!! Hay muchas opiniones en Ciao, así que esto que digo no es novedad. Yo además hablo portugués y me encanta, charlo con todo el mundo. Y también en algunas otras lenguas, de modo que he disfrutado de verdad esos días.
Para empezar, hay que ir por autopista si quieres llegar pronto. Las carreteras son lentísimas y peligrosas y siempre hay la opción de salir de la autovía al lugar elegido.

Lo primero que quise revisitar fue El Promontorium Sacro ( Sagres ) y Cabo San Vicente. Todo ha mejorado y yo he envejecido pero la emoción de volver a ver esos atardeceres sobre el Atlántico me envolvió...
El famoso y nunca bien ponderado infante don Henrique el Navegante obtuvo Sagres de su hermano el regente Don Pedro en 1443 y allí hizo una fortaleza muy apropiada para defensa de sus naves pues hay ensenadas abrigadas y a veces sus flotas tenían que refugiarse de tormentas, piratas y otras hierbas.

Estuvimos recorriendo todo el recinto casi tres horas a pie, a pleno sol, una delicia. Hubo graves daños cuando el famoso terremoto de 1755 y ahora lo gestiona Patrimonio.
Hay una tienda con productos muy bonitos y caros, pero con certificado de autenticidad e imitando antiguedades. Compré allí el regalo para mi madre, que quedó encantada pues de verdad son porcelanas y otros artículos de buen gusto y mejor factura.
La entrada estaba con un descuento del 50% por daños debidos al último temporal, de modo que pagamos 1,50 euros cada uno ( precio normal 3 ).
Lo que vimos, a grosso modo: la torre central, los baluartes de Santa Bárbara y San Antonio ( ambos de 1793 ), la torre cisterna ( de entre 1443 y 1460, infante don Henrique ), la rosa de los vientos, gigante, el Auditorio ( antiguo almacén de municiones, restaurado en 1960 ), el Padrao del Descubrimiento, la Iglesia de Nuestra señora da Graça ( primitiva de Santa María, 1459, don Henrique y sobre otra más tardía de 1570 ), el paiol de pólvora ( polvorín ), las garitas y las baterías de cañones ( un montón, colocados para usar fuego cruzado ).

Las vistas, maravillosas. Y muchos, muchísimos turistas a pesar de no ser la locura del verano.
Luego, Cabo San Vicente. Otra belleza !!!!! Lo que me encanta de esa zona son los farallones, los acantilados, las alturas !! Lo que allí llaman " falésias "...Me hacen soñar siempre con los Descubrimientos, el otro lado, América.

San Vicente es un nombre dedicado a dicho santo, nacido se cree que en Huesca y representado en muchas ocasiones rodeado de cuervos ( Iglesia dos Corvos , donde dicen que estuvieron los restos del santo hasta el s.IV y luego fueron trasladados a Lisboa),gestionada por franciscanos en la antiguedad y mandada construir por don Dinis, donde se acogían peregrinos . La fortaleza de San Vicente es de 1508 y la mandó erigir el obispo de Silves. Hoy es una estación naval..
En San Vicente existe hoy un moderno faro ( farol en portugués ).

Un personaje muy ligado a San Vicente y Sagres fue Francis Drake ( lo de Sir yo no se lo llamo, lo cambio por pirata a secas ), que causó graves destrozos en toda la zona con sus ataques.
Fuimos también a la ermita de Nuestra Señora de Guadalupe, en Raposeira ( entre Lagos y Vila do Bispo ). Allí, en Raposeira tenía don Henrique su quinta preferida.

Hay en toda esta parte vicentina fauna y flora propia del clima y los vientos. Abunda la pesca. Y hay mucha aficción: de hecho en Sagres los pescadores de caña estaban en todos los acantilados, daba miedo !!!!!
Hay que tener cuidado en toda la zona algarvía con los " algares " o agujeros que son profundísimos y mortales si te caes por uno de ellos. Suelen señalizarlos, pero no siempre....Ruge el mar, pero ni se ve el agua, allá abajo, lejos....

Vimos una cantidad de playas estupendas pues subimos hasta Bordeira, Carrapateira, Teixeira, Amado, Cordama, Castelo, Tonel, Martinhal, Zavial, das Furnas, Figueira, Salema, Boca do Río, da Luz, dona Ana ( esa es linda, lástima que no es mía ! ), Batata ( patata, jijiji ), Carvoeiro ( una delicia ), todas estas sólo ente Bordeira y Lagoa ( no Lagos, eso es otro sitio también maravilloso ).
Una playa para no olvidar jamás: la de Carvalho.¡ Qué cosa, oiga !
Ese día la parada para el baño de sol y agua, que estaba deliciosa, fue en Tonel, con unos surfistas de Valencia majísimos y un chiringuito estupendo. Sólo el recuerdo me llena de salitre, salud y vitalidad. Hay que tener cuidado en esa zona abierta al Atlántico, hay corrientes y el mar es impetuoso.

Las playas más tranquilas son las del lado más mediterráneo, como es natural. No hay farallones, son lisas, del tipo de Portimao, Lagos, Vilamoura, Tavira, etc. Pero el paisaje karstico de las otras es impresionante, por Dios !
Un poco del Navegante: era hijo del rey don Juan I y de Filipa de Lancaster y nació en Oporto en 1394. Fue armado caballero en la conquista de Ceuta en 1415 y murió en Sagres un 13 de Noviembre de 1460 ( 66 años, nada mal para la época ).

Era un loco del mar por los cuatro costados, entre otras cosas porque quería dominar los mares. Mandó explorar el Atlántico ( Madeira 1419 ), Azores ( 1427 ) y en 1434 sus naves doblaron el Cabo Bojador y perdieron el miedo a lo desconocido...
En Tánger tuvo una desgracia y murió su hermano don Fernando, pero no paró y en 1441 ya estaban los suyos en Guinea y Cabo Verde.
Instauró una cátedra de Astronomía en la Universidad de Lisboa.
De Albufeira para Ayamonte vi todo lo que pude también. Faro ha crecido muchísimo y su aeropuerto tiene un movimiento internacional infernal. Paseé lo antiguo y luego fuimos al hotel Vila Galé Albatros, en Tavira. Es una preciosidad pues está hecho en una antigua fábrica de atún, rodeado de salinas y se cruza a la playa en barquitos. Y no es caro a pesar del lujo.
Tiene museo, capilla, y una piscina con un diseño increíble.

Yo lo que recomiendo es ir al Algarve en primavera u otoño, nunca en verano. Claro que muchos cogen vacaciones en julio/agosto, pero es un inconveniente por precios, atascos, multitudes, etc.
Hay que ser un poco tonto para irse a cenar una noche a Ayamonte, pero eso hicimos, y allí, en la Plaza de las Angustias con su parroquia tan andaluza ( y tan algarvía, se parece tanto... ) nos cenamos unas " puntillitas " ( toma ya, aquí se llaman " chopitos ", calamares chicos fritos ) y nos sirvió un argelino, Nourddine, ( le prometí que lo citaría, eh, voilà ! ) y un espadarte de 7,20 que en Albufeira valía 13,20, claro que no sé si la ración sería mayor pues los portugueses nunca son escasos en condumio .

A las 11 de la noche estaba en Ayamonte. Y cargando gasolina, mucho más barata ( y peor, según mi hombre ).
A las 12 y media disfrutaba ( y jugando con el cambio horario eran las 11.30 portuguesas, qué gozada ! ) de una luna que llenaba mi terraza de romanticismo mientras a lo lejos se escuchaban aviones en Faro y en el karaoke del hotel los ingleses bebían birras por triplicado cantando a lo loco...
Hace mucho que necesitaba volver a estos paisajes y relajarme. Creo que no está lejos el día en que me retiraré a algún lugarejo de este sur portugués que me embruja. Y tendré un rincón con una " araucaria excelsa " ( me encanta ese árbol ) para soñar con mi vida pasada.

No hay comentarios: