sábado, enero 09, 2010

DOCE AÑOS YA UNO TRAS OTRO MATEMÁTICAMENTE




Ahí, bajo esas figuras cristianas, en esa iglesia románica. Ahí donde estuviste tantas veces vivo, recuerdo detalles evanescentes de tu partida.
Era ya tu hora pero esa hora nunca nos parece la apropiada.
Hombre de bien, estoy cantando porque tú eras alegre y cantabas. Todavía lo haces este sábado de tu décimo segundo aniversario en la otra orilla.
Desde ésta, mi amor, padre. Gracias por haber sido !!!
Ci vediamo !

2 comentarios:

jotabede1 dijo...

Siempre he creído que los padres dejan un huella imborrable en el alma de sus hijos...es más, queda algo de ellos que se funde con nosotros.
Un abrazo.

anagun dijo...

Gracias, jotabede, claro que dejan...y dejamos...es maravilloso si se piensa...Un abrazote, que estoy contenta, con el chip positivo a tope !!