Foto sacada de Wikipedia. Gracias !
Se han volcado los medios. Esta vez parece unánime la admiración por un hombre definido como bueno. Después, todo lo demás. Es decir: brillante para resumir.
Como creo que a Delibes se lo conoce en todo el mundo, incluso en Rusia donde su obra " Cinco horas con Mario " es texto obligado para los alumnos de español ( que en broma dicen según he escuchado hoy: " 500 horas con Mario " ), mi homenaje no será a sus letras que tanto amo sino a su amor por la que fue su esposa y con la que pasó su viaje de novios en un pueblo llamado Molledo, en Cantabria, a donde llegaron un 23 de Abril de 1946.
¿ Qué se le habría perdido por allí a don Miguel ? Tal vez la calzada romana, quizá acercarse a Iguña, cuna de otro ilustre del s. XIX, nuestro don Leonardo Torres Quevedo, o quien sabe, esa foto que ilustra esta pequeña dedicatoria es del río Saja en su punto de unión con el Besaya pero él seguro que disfrutó del pequeño y recoleto río Erecia que por aquellas tierras corre y en las que- aún en viaje de novios- iría a tirar unos anzuelos...
Con el humor socarrón que siempre tuvo, me lo puedo imaginar sonreír al escuchar una cancioncilla de esos sitios que dice así:
" Hay que ver que virulencia lleva el ferrocarril, que se planta en una hora de Molledo en Portolín ( el chiste está en que ambas localidades están juntas )...
¡ Feliz viaje, don Miguel, ya está usted en brazos de su amor, de nuevo !
1 comentario:
Mucho me ha gustado tu escrito sobre alguien cuya persona y obra ha calado, creo yo, bastante en mi forma de pensar. Muy buenas, me parecen, tus matizaciones cántabras.
Un abrazo.
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